2007 Diciembre

  1. La Revista Colombiana de Ortopedia y Traumatología, como órgano oficial de la sociedad Colombiana de Cirugía Ortopédica y Trumatología, publicará artículos de la especialidad o relacionados con ella, previa aprobación del comité editorial.
  2. Los trabajos, salvo circunstancias especiales, deben ser inéditos y suministrados del editor y exclusivamente a la revista. Su reproducción total o parcial debe contar con la aprobación dar crédito a la publicación original.
  3. Los trabajos deben ser remitidos a Revista Colombiana de Ortopedia y Traumatología ( Apartado Aéreo 91298 Santa fe de Bogotá) , en original en disquete de 3.5 pulgadas, compatibles, con sistema IBM PS2, preferiblemente en Word Perfec o en MSWord, y una copia en papel de éste, tamaño carta a doble espacio, empleando una sola cara del papel, y guardando un margen izquierdo de 4 cm. Deben venir acompañados de una carta del autor principal en donde se exprese claramente que el trabajo ha sido lído y aprobado por todos los autores, e igualmente informar si se ha sometido parcial o totalmente a estudio por parte de otra revista. El autor debe guardar copia de todo el material enviado.
  4. Cada componente del trabajo debe iniciarse en una nueva página de acuerdo a la siguiente secuencia: página del título, resumen y palabras clave, texto, resumen en inglés (summary), agradecimientos, bibliografía, tablas (cada tabla en página separada con su título y notas) y leyendas para las figuras.
  5. En la primera página se incluye el título corto que refleje el contenido del artículo, el nombre del autor y sus colaboradores con los respectivos títulos académicos y el nombre de la institución a la cual pertenece. Se señalan los nombres y direcciones del autor responsable de la correspondencia relacionada con el trabajo y aquél a quien debe solicitarse las separatas. Se especifican las fuentes de ayuda para la realización del trabajo en forma de subvenciones, equipos y drogas.
  6. El resumen de no más de 150 palabras, debe enunciar los propósitos del estudio o de la investigación, los procedimientos básicos, los hallazgos principales y las conclusiones.
  7. El texto debe incluir introducción, material y métodos, resultados y discusión; las abreviaturas deben explicarse y su uso limitarse. Su extensión no debe ser mayor de 30 páginas a máquina a doble espacio, tamaño carta, y se acepta un máximo de 5 ilustraciones.
  8. La bibliografía se enumera en orden alfabético y se escribe a doble espacio 
    • En caso de revistas: apellidos e iniciales del nombre del autor y sus colaboradores (si son más de 5 puede escribirse, después de los 3 primeros, et al o cols.; título completo del artículo, nombre de la revista abreviado según el estilo del Index Medicus, año de publicación, volumen, páginas inicial y final. Para el uso de la puntuación siga el ejemplo: Jones HR., Siekert RG., Neurologic manifestations of bacterial endocarditis. Ann Int Med, 1969; 71: 21-28
    • En caso de libros: apellidos e iniciales de todos los autores, título del libro, edición, ciudad., casa editorial, año, páginas inicial y final. Para el uso de la puntuación, sígase el ejemplo: Fenilchelo O. Teoría psicoanalítica d ela neurosis, 3a de, Buenos Aires: Editorial Paidós; 1966: 56
    • En caso de capítulos de libros: apellidos e iniciales de los autores del capítulo, título del capítulo, autores o editores del libro, título del libro, edición, ciudad, casa editora, año, páginas inicial y final. Para el uso de la puntuación, sígase el ejemplo: Drayer BP, Poser CM. “Enfermedad de inclusión citomegálica del SNC”. En Toro G., Vergara Y., Saravia J., Poser CM., eds. Infecciones del sistema nervioso central. Santafé de Bogotá: Fondo Educativo Interamericano S.A.; 1978 172-175.
  9. Las tablas y cuadros se denominarán tablas, y deben llevar numeración arábiga de acuerdo al orden de aparición. El título correspondiente debe estar en la parte superior de la hoja y las notas en la parte inferior. Los símbolos para unidades deben aparecer en el encabezamiento de las columnas. Las unidades deben expresarse en el Sistema Internacional S.I. las fotografías, diapositivas, gráficas, dibujos y esquemas se denominan figuras, se enumeran según el orden de aparición y sus leyendas se escriben en hojas separadas. Al final de las leyendas de la microfotografías se debe indicar la colaboración y el aumento utilizado. Todo material como fotografías. Diapositivas, etc., deben ir marcados con su respectivo orden numérico y el nombre del trabajo o el apellido del autor. Las fotografías de las histologías serán sacadas a color, por lo tanto sus originales deben tener una buena reproducción. Si son gráficas o dibujos deben ser elaborados en cartulina blanca o papel vegetal con tinta china e indentificarse con el número de orden en la parte inferior. Si una figura o tabla ha sido previamente publicada se requiere permiso escrito del editor y debe darse crédito a la publicación original. Si se utilizan fotografías de personas, éstas no deben ser identificables; en caso contrario, debe obtenerse el permiso escrito para emplearlas.
  10. El comité editorial podrá seleccionar como editorial aquel trabajo que merezca destacarse por su calidad y su importancia para nuestra especialidad.
  11. Se consideran actualizaciones aquellos trabajos que contienen una completa revisión de los adelantos recientes ocurridos en un campo específico de la ortopedia.
  12. Comunicaciones breves son aquéllas que presentan la opinión o experiencia personal del autor sobre un tema que se considera de interés para la ortopedia. Puede acompañarse de una breve revisión.
  13. Presentación de casos son los trabajos destinados a describir uno o más casos que el autor considere de interés especial. Deben constar de resumen, descripción detallada del caso y discusión.
  14. Las cartas al editor son comentarios cortos sobre algún material previamente publicado por la Revista Colombiana de Ortopedia y traumatología.
  15. La Revista Colombiana de Ortopedia y Traumatología no asume ninguna responsabilidad por las ideas expuestas por los autores.
  16. Para las citas de referencias la abreviatura de la Revista Colombiana de Ortopedia y Traumatología es Rev. Col. Or. Tra.
  17. Los artículos serán sometidos al proceso de revisión editorial, en donde podrán ser modificados, cambiados o corregidos por los editores, para mejorar la redacción, gramática, ortografía y presentación. El autor correspondiente recibirá una prueba (galera) que él debe revisar cuidadosamente, aportando los cambios mínimos indispensables y aclarando las dudas de los editores.
Anatomía
Importancia en los programas de entrenamiento de ortopedia

En mis inicios de entrenamiento en ortopedia, pocos éramos los interesados en asistir a la práctica de anatomía.Recuerdo que ésta era muy sencilla, realizada en cadáveres preparados en formol, y hecha prácticamente sin supervisión de un profesor. En conclusión, era una práctica de anatomía que no dejaba una enseñanza dirigida a nuestra especialidad.

Años después tuve la oportunidad, en mi entrenamiento de cirugía de mano y microcirugía en Paris, Francia, de asistir asiduamente a un verdadero laboratorio de anatomía, y fue allí que me di cuenta de la importancia de su estudio para poder desarrollar un aprendizaje real de la especialidad, al mismo tiempo que despertó en mí un espíritu de inquietud.

Hoy el residente de ortopedia está abocado a una presencia institucional permanente, dada por las condiciones de los hospitales y las clínicas, por el sistema de seguridad social, por la carencia de una cátedra de anatomía enfocada a las condiciones requeridas por un estudiante de la especialidad, sumado a la falta en Colombia de un verdadero laboratorio de anatomía y, por último, a la falta de deseos de los profesores de impregnarse del olor no tan agradable emanado de los sitios de práctica.

Qué fuera de la medicina hoy, de no haberse realizado una investigación básica anatómica, o de no haber accedido, en los albores del Renacimiento, a la disección de cadáveres.

Históricamente se conoce que hacia el año 300 a. C., el principal centro de estudios de medicina del mundo conocido era el Museión, o Escuela de Medicina de Alejandría, patrocinada y mantenida por los faraones. Entre sus asignaturas los aspirantes a médicos tenían como principal materia el estudio de la anatomía. Allí Herófi lo, quien describió las diferencias entre los tendones y los nervios, y Emistrato (Erasistrato), quien estudió la estructura y el funcionamiento del cerebro y cerebelo, practicaron las primeras disecciones en cuerpos humanos.

Aun tengo guardado en mis sentimientos la agradable sensación que percibí cuando descubrí lo que marcó el Renacimiento como época de grandes descubrimientos en el arte, la literatura, y el inicio de grandes empresas de aventuras que dieron con el descubrimiento de un nuevo continente para los europeos. En ese momento algunos artistas, con el fi n de lograr la perfección de los desnudos humanos de la escultura clásica, y de plasmarlos en la pintura, buscaron aumentar sus conocimientos anatómicos para poder así esculpir y pintar el cuerpo humano de la manera más real y natural posible. Entre estos se pueden señalar a Donatello (1386-1466), Andrea del Verrochio (1405-1488), o Antonio Pollaiuolo (1432-1498). Muchos artistas eran solo observadores de las disecciones realizadas en las universidades, pero aquí marcó la gran diferencia Leonardo da Vinci (1452-1519) cuando decidió practicar disecciones en cadáveres que no tenían ninguna preservación, convirtiéndose así en un anatomista, corriendo contra el tiempo de la putrefacción (ya que en ese tiempo no había manera de preservarlos), y también en contra de los preceptos religiosos que podían condenarlo. Fue debido a este hombre que hoy podemos contar con un legado maravilloso, no solo en materia sino en enseñanza, ya que mostró el cuerpo humano con la dimensión verdadera, lo plasmó con las líneas y sombras reales en el lienzo, y nos legó también un sinnúmero de datos y dibujos de anatomía hermosamente pintados con su mano izquierda prodigiosa, que aparte de su exactitud, constituyen verdaderas obras de arte.

Leonardo comprendió y utilizó el auténtico método experimental un siglo antes de que Francis Bacon hablase sobre él. Dijo que la verdadera ciencia se basa en la observación, lo que hoy en día es uno de los pasos fundamentales del método científi co. Antes de la aparición de la gran obra De humani corporis fabrica (1543) de Vesalio, hay que reconocer el trabajo de algunos pocos como Benedetti, Zerbi y Berengario de Carpi, que trabajaron en el norte de Italia, en las universidades de Padua y Bolonia, las dos más importantes del mundo en ese momento, y en donde la enseñanza de la anatomía era parte de los estudios médicos. Vesalio (1515-1564), tal vez el padre de la anatomía moderna, consiguió dar un gran paso en la dignifi cación de la anatomía, y le otorgó un puesto central en la formación médica. Produjo un vuelco en la enseñanza anatómica al ser él mismo el que realizaba las disecciones, abandonando así su carácter de demostración para transformarse en una tarea de observación del cadáver. En sus dibujos que hoy perduran en la historia de la medicina, fue ayudado por Kalcar, uno de los discípulos de Tiziano. Vesalio abrió una gran puerta para el advenimiento del resto de anatomistas, dándole realce a esta disciplina.

En el mundo de hoy, una pequeña parte de las publicaciones a las que tenemos acceso en ortopedia y traumatología vienen de las ciencias básicas como la anatomía. Recordemos que a partir de allí aún se desarrollan modelos de colgajos, entendimiento de fisiología y cinemática de las articulaciones, y otras investigaciones que sin el concurso del trabajo anatómico no serían posibles. Nuestros especialistas de hoy salen entrenados con el conocimiento básico para realizar un abordaje, siguiendo unos planos determinados. Pero si los sometemos a un abordaje de riesgo, a un plano diferente, observaríamos titubeos o difi cultades, y esto se debe al desconocimiento de una anatomía conceptual alrededor de la patología que se va a tratar. Los residentes de hoy quieren operar rápidamente, olvidándose a veces del claro concepto de las ciencias básicas, y esto –que es permitido por los programas de enseñanza– los convierte muchas veces técnicos quirúrgicos y no en cabales ortopedistas y traumatólogos, como debería ser.

Dr. Enrique Vergara Amador * * Profesor Asociado, Universidad Nacional de Colombia Editor Director

Alf L. Nachemson. MD, Ph. D. (1931-2006)

Donald H. O’DonoghueEste notable investigador sueco nació el 1 de junio de 1931. Se enfrentó solo al consenso y al pensamiento corriente de su época, sin miedo y sin vacilaciones en el campo de la columna, y llegó a ser un pionero en este difícil campo de la investigación.

El doctor Alf Nachemson se graduó como médico en el Instituto Karolinska en Stockholm, Suecia, en 1956. Se trasladó luego a Gothenburg, al hospital Sahlgrenska en 1961, donde se convirtió en especialista en ortopedia y profesor asociado. En 1971 fue nombrado profesor y jefe del departamento de la Universidad de Götenberg y el hospital Sahlgreska hasta su retiro en 1996, cuando ofi cialmente se jubiló a los 65 años, pero continuó activo hasta el último día.

En 1960 publicó en Uppsala su tesis titulada “Presión intradiscal lumbar: estudios experimentales en material posmortem”, bajo la experta dirección del profesor Carl Hirsch. Después, en San Francisco y Gothenburg, continuó los estudios de presión intradiscal in vitro, tanto en discos no degenerados como en moderadamente degenerados, y demostró que esta presión refl eja las cargas sobre la columna vertebral; dicho trabajo fue publicado en J. Bone & Joint Surg en 1964. Desde entonces, la medición de la presión intradiscal sigue siendo el único método de medir la carga de la columna in vivo. Este estudio demostró cómo la columna vertebral responde a los cambios fi siológicos en varias posiciones del cuerpo pero sin indicar de dónde proviene el dolor. Cincuenta años después, los experimentos de Nachemson fueron repetidos por otros investigadores que confi rmaron los hallazgos iniciales.

El doctor Nachemson inició también estudios sobre los efectos de la vibración y el cigarrillo sobre la nutrición y degeneración del disco en animales.

Fue uno de los iniciadores de un estudio epidemiológico en los años ochenta sobre los factores de riesgo en el lumbago en el llamado estudio Boeing. Más recientemente se interesó por la sensibilidad del dolor crónico de espalda.

Realizó investigación en docenas de áreas, y publicó más de 300 estudios y artículos atrayendo otras disciplinas y campos al estudio del lumbago; por esos estudios sabemos hoy día que con el dolor de espalda se relacionan temas no solo de la patología local sino de la bioquímica, la fi siología del dolor, el cerebro, la psicología, la sociología y hasta la economía.

Según Nachemson, el dolor se origina en el segmento móvil, pero no se sabe dónde.

Fue tanto su entusiasmo por el estudio de la columna que la biblioteca del Instituto Karolinska le asignó un espacio para que estudiara la literatura sobre el tema.

Al estudiar el efecto de las fracturas de columna en los pilotos de la fuerza aérea sueca durante procedimientos de eyección, encontró con sorpresa que a las 6-8 semanas estaban volando de nuevo sin dolor en un seguimiento largo.

Posteriormente, estudió 60 pacientes sometidos a fusión vertebral por enfermedad degenerativa, el 50% de ellos había consolidado y el otro 50% no, pero los resultados fueron iguales para ambos grupos.

Una de las sorpresas de sus estudios fue que los factores psicológicos juegan un papel importante en el dolor de espalda, y que predecían mejor la incapacidad laboral que los físicos. Más tarde demostró que la incapacidad del dolor de espalda era infl uida intensamente por las leyes laborales sobre ausencia por enfermedad, niveles de compensación y retiro temprano.

Uno de sus mayores intereses fue la etiología y el tratamiento de las deformidades de columna, especialmente la escoliosis. Ésta era un área de cuidado clínico de la cual estaba orgulloso, pues trató más de 2000 pacientes y operó la mitad de ellos, con un excelente seguimiento hasta de 30 años con resultados cercanos a la normalidad.

Empleó parte de su residencia y del año sabático en Estados Unidos aprendiendo escoliosis de grandes maestros como John Moe y Paul Harrington, cuyo método llevó a Escandinavia. También introdujo métodos conservadores como el aparato de Milkwaukee desarrollado por Blount, y el aparato de Hall en Boston.

Algunos de sus colegas lo consideraban enemigo de la cirugía de columna, y especialmente de la fusión, cuando en realidad había fusionado más de 9000 niveles de columna solo en pacientes de escoliosis.

Nunca estuvo de acuerdo con el soporte comercial para la investigación de columna por la cantidad de sesgos potenciales que ello acarrea. Con frecuencia, la mayoría de los tratamientos llegan al mercado sin investigación científica.

Dijo por muchos años que en el estudio del dolor de espalda había que mirar hacia arriba, hacia el cerebro, y hacia la neurofi siología del dolor, ya que éste podía cambiar el cerebro y el sistema nervioso central aumentando la sustancia P y otros factores que promueven el dolor y tienen, por ejemplo, niveles subnormales de endorfi nas en el líquido cerebroespinal.

Por veinte años fue coeditor de la revista Spine, y a través de su trabajo editorial contribuyó al mejoramiento de la publicación. Fue uno de los fundadores del grupo de revisión de espalda de la colaboración Cochrane establecido en 1993, y responsable de este grupo durante diez años.

Su gran interés en la medicina basada en la evidencia produjo dos libros sobre dolor de espalda publicados en 1990 y en 2000.

El doctor Alf Nachemson fue un hábil médico que puso meticulosa atención a sus pacientes para garantizarles la mejor calidad de atención. Como investigador estuvo constantemente involucrado en nuevas ideas y proyectos, y sus contribuciones fundamentales a la investigación de columna han sido y seguirán siendo de enorme signifi cado para grandes grupos de pacientes.

Fue un líder carismático para todos sus colaboradores ya que tenía una enorme capacidad de trabajo, les infundaba humor, calidad de vida, entusiasmo e inspiración a todos. Durante el trabajo su perspectiva fue excelente, y durante su vida tuvo un profundo impacto en tanto ortopedista investigador; a sus colegas dedicó los siguientes consejos:

  • Desarrollen una metodología de estudio del conocimiento basado en la evidencia.
  • Los investigadores deben ser capaces de reconocer si una idea sirve o no, si es buena o mala.
  • Los clínicos deben establecer cuáles tratamientos sirven y cuáles no. Deben aprender a probar ideas, evaluar hipótesis de una manera científi ca, y aprender cuándo la evidencia miente.
  • Deben ser capaces de formular sus argumentos y justificar sus tratamientos por medio de la medicina basada en la evidencia.
  • No es sufi ciente entender la intrincada cascada del dolor desde el segmento móvil hacia la médula y hacia el cerebro. Los clínicos deben también ser hábiles para entender los aspectos psicosociales, socioeconómicos y de seguridad social que rodean al paciente.

“Si me tocara empezar de nuevo escogería ser cirujano ortopedista e investigador de columna”, dijo en una entrevista seis meses antes de morir, el 4 de diciembre de 2006.

Referencias Bibliograficas
  1. Danielson A. et al. Recent History: Alf Nachemson (Obituary) Spine 2007; 32 (2): 149-150.
  2. Entrevista con Alf L. Nachemson, por Mark L. Schoene, diciembre 6, 2006.

Doctor Jochen Gerstner Bruns
Miembro Titular SCCO

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