2006 Diciembre

  1. La Revista Colombiana de Ortopedia y Traumatología, como órgano oficial de la sociedad Colombiana de Cirugía Ortopédica y Trumatología, publicará artículos de la especialidad o relacionados con ella, previa aprobación del comité editorial.
  2. Los trabajos, salvo circunstancias especiales, deben ser inéditos y suministrados del editor y exclusivamente a la revista. Su reproducción total o parcial debe contar con la aprobación dar crédito a la publicación original.
  3. Los trabajos deben ser remitidos a Revista Colombiana de Ortopedia y Traumatología ( Apartado Aéreo 91298 Santa fe de Bogotá) , en original en disquete de 3.5 pulgadas, compatibles, con sistema IBM PS2, preferiblemente en Word Perfec o en MSWord, y una copia en papel de éste, tamaño carta a doble espacio, empleando una sola cara del papel, y guardando un margen izquierdo de 4 cm. Deben venir acompañados de una carta del autor principal en donde se exprese claramente que el trabajo ha sido lído y aprobado por todos los autores, e igualmente informar si se ha sometido parcial o totalmente a estudio por parte de otra revista. El autor debe guardar copia de todo el material enviado.
  4. Cada componente del trabajo debe iniciarse en una nueva página de acuerdo a la siguiente secuencia: página del título, resumen y palabras clave, texto, resumen en inglés (summary), agradecimientos, bibliografía, tablas (cada tabla en página separada con su título y notas) y leyendas para las figuras.
  5. En la primera página se incluye el título corto que refleje el contenido del artículo, el nombre del autor y sus colaboradores con los respectivos títulos académicos y el nombre de la institución a la cual pertenece. Se señalan los nombres y direcciones del autor responsable de la correspondencia relacionada con el trabajo y aquél a quien debe solicitarse las separatas. Se especifican las fuentes de ayuda para la realización del trabajo en forma de subvenciones, equipos y drogas.
  6. El resumen de no más de 150 palabras, debe enunciar los propósitos del estudio o de la investigación, los procedimientos básicos, los hallazgos principales y las conclusiones.
  7. El texto debe incluir introducción, material y métodos, resultados y discusión; las abreviaturas deben explicarse y su uso limitarse. Su extensión no debe ser mayor de 30 páginas a máquina a doble espacio, tamaño carta, y se acepta un máximo de 5 ilustraciones.
  8. La bibliografía se enumera en orden alfabético y se escribe a doble espacio 
    • En caso de revistas: apellidos e iniciales del nombre del autor y sus colaboradores (si son más de 5 puede escribirse, después de los 3 primeros, et al o cols.; título completo del artículo, nombre de la revista abreviado según el estilo del Index Medicus, año de publicación, volumen, páginas inicial y final. Para el uso de la puntuación siga el ejemplo: Jones HR., Siekert RG., Neurologic manifestations of bacterial endocarditis. Ann Int Med, 1969; 71: 21-28
    • En caso de libros: apellidos e iniciales de todos los autores, título del libro, edición, ciudad., casa editorial, año, páginas inicial y final. Para el uso de la puntuación, sígase el ejemplo: Fenilchelo O. Teoría psicoanalítica d ela neurosis, 3a de, Buenos Aires: Editorial Paidós; 1966: 56
    • En caso de capítulos de libros: apellidos e iniciales de los autores del capítulo, título del capítulo, autores o editores del libro, título del libro, edición, ciudad, casa editora, año, páginas inicial y final. Para el uso de la puntuación, sígase el ejemplo: Drayer BP, Poser CM. “Enfermedad de inclusión citomegálica del SNC”. En Toro G., Vergara Y., Saravia J., Poser CM., eds. Infecciones del sistema nervioso central. Santafé de Bogotá: Fondo Educativo Interamericano S.A.; 1978 172-175.
  9. Las tablas y cuadros se denominarán tablas, y deben llevar numeración arábiga de acuerdo al orden de aparición. El título correspondiente debe estar en la parte superior de la hoja y las notas en la parte inferior. Los símbolos para unidades deben aparecer en el encabezamiento de las columnas. Las unidades deben expresarse en el Sistema Internacional S.I. las fotografías, diapositivas, gráficas, dibujos y esquemas se denominan figuras, se enumeran según el orden de aparición y sus leyendas se escriben en hojas separadas. Al final de las leyendas de la microfotografías se debe indicar la colaboración y el aumento utilizado. Todo material como fotografías. Diapositivas, etc., deben ir marcados con su respectivo orden numérico y el nombre del trabajo o el apellido del autor. Las fotografías de las histologías serán sacadas a color, por lo tanto sus originales deben tener una buena reproducción. Si son gráficas o dibujos deben ser elaborados en cartulina blanca o papel vegetal con tinta china e indentificarse con el número de orden en la parte inferior. Si una figura o tabla ha sido previamente publicada se requiere permiso escrito del editor y debe darse crédito a la publicación original. Si se utilizan fotografías de personas, éstas no deben ser identificables; en caso contrario, debe obtenerse el permiso escrito para emplearlas.
  10. El comité editorial podrá seleccionar como editorial aquel trabajo que merezca destacarse por su calidad y su importancia para nuestra especialidad.
  11. Se consideran actualizaciones aquellos trabajos que contienen una completa revisión de los adelantos recientes ocurridos en un campo específico de la ortopedia.
  12. Comunicaciones breves son aquéllas que presentan la opinión o experiencia personal del autor sobre un tema que se considera de interés para la ortopedia. Puede acompañarse de una breve revisión.
  13. Presentación de casos son los trabajos destinados a describir uno o más casos que el autor considere de interés especial. Deben constar de resumen, descripción detallada del caso y discusión.
  14. Las cartas al editor son comentarios cortos sobre algún material previamente publicado por la Revista Colombiana de Ortopedia y traumatología.
  15. La Revista Colombiana de Ortopedia y Traumatología no asume ninguna responsabilidad por las ideas expuestas por los autores.
  16. Para las citas de referencias la abreviatura de la Revista Colombiana de Ortopedia y Traumatología es Rev. Col. Or. Tra.
  17. Los artículos serán sometidos al proceso de revisión editorial, en donde podrán ser modificados, cambiados o corregidos por los editores, para mejorar la redacción, gramática, ortografía y presentación. El autor correspondiente recibirá una prueba (galera) que él debe revisar cuidadosamente, aportando los cambios mínimos indispensables y aclarando las dudas de los editores.
Contrastes para reflexionar

En días pasados, en compañía de otros compañeros, entre ellos el actual Secretario de la Sociedad, tuve la oportunidad de salir del país y observar el tipo de trabajo que realizan ortopedistas de talla mundial en campos específi cos de la Especialidad. Descontando los recursos técnicos, que valga la pena mencionar, no son muy superiores a los nuestros y, por supuesto, la preparación de un Profesor, que hay que decirlo, es excepcional, por lo demás podemos decir que ejercemos la Ortopedia con mucha altura. Sin embargo, los sistemas de salud son altamente contrastantes y ello no dejó de generarme un sinsabor con algo de amargura con la que regresé al país.

Días después, tuve la oportunidad de asistir a la ceremonia de premiación que la Fundación Compartir entrega al mejor maestro, -el maestro de maestros-, y que busca estimular el trabajo de los profesores de Educación Básica a lo largo y ancho de nuestro territorio, docentes que pertenecen a instituciones tanto públicas como privadas y que concursaron con propuestas pedagógicas realmente sorprendentes. Fue particularmente emocionante ver que el premio le fue otorgado a una profesora que trabaja en zona rural (Puente Nacional) en un colegio público, con recursos seguramente limitados, pero con un carisma y una pasión tan llamativos que la hicieron sobresalir sobre las mas de mil propuestas que le fueron presentadas a la Fundación. Ello me hizo recapacitar sobre nuestra realidad y me obligó a repensar nuevamente en ese sinsabor que ya manifesté. Reconocí claramente que nos sobra talento humano y que tenemos el empuje de aquellos que se sobreponen a las grandes difi cultades y retos que un país como el nuestro imponen. Tanto los profesionales de la salud, como los del magisterio, son personas que en muchas oportunidades tienen que trabajar con recursos muy escasos –cuando existen- y, es por todos sentido (salvo muy contadas excepciones) que se encuentran mal remunerados. Sin embargo, y pese a todas las difi cultades, persiste entre los médicos una actitud de servicio que los lleva a trabajar y no exclusivamente por la necesidad imperiosa de la subsistencia. Contando entonces con el recurso humano y en algunos casos con el tecnológico, ¿Por qué nuestra Especialidad no tiene mas proyección? Creo que es sentir común, que hacemos las cosas muy bien, pero ¿por qué nos quedamos allí? Me pareció entonces que una de las grandes diferencias entre ambos tipos de ejercicio lo constituye el que ellos PUBLICAN, lo que quiere decir, aprenden de su experiencia y la comparten con los demás. Aprovechan su quehacer cotidiano, lo consignan en formatos fáciles de llenar, reproducibles, disponibles y sobre todo, recopilables y procesables desde el punto de vista estadístico. Es decir, su ejercicio tiene trascendencia y no se queda en el anecdotario personal o en el mejor de los casos, institucional, como creo; la mayor de las veces nos sucede. Optimizan sus recursos técnicos y tienen la disciplina para consignar su labor. Eso nos hace claramente diferentes y nos coloca en una desventaja grande. Sabemos perfectamente que tenemos la capacidad, la destreza y la idoneidad para desarrollar el mismo tipo de trabajo que los profesionales de los llamados países desarrollados, pero nos hace falta el método y la disciplina para volverlos válidos para nuestros colegas y sobretodo para nuestros educandos.

Teniendo en cuenta lo antedicho y siendo la Revista el órgano llamado a difundir el conocimiento y la experiencia en nuestro medio, el Comité Editorial de la publicación, extiende a cada uno de ustedes una invitación para que le hagan conocer su labor y la compartan con sus colegas. Sabemos de sobra que el trabajo que desarrollamos es muy valioso y no solamente en lo social. Es momento pues, de darle validez. Quienes venimos trabajando para la Revista, estamos empeñados en darle una mayor jerarquía a nuestra publicación y para ello, estamos haciendo los ajustes necesarios que nos permitan cambiar la categoría que ante Colciencias actualmente tenemos. Ello supone unos cambios de fondo y otros de forma que comenzarán a apreciarse en las futuras entregas. Lo que se busca fundamentalmente es que todos ustedes, miembros de la Sociedad, tengan un motivo más para publicar ya que sus experiencias serán apreciadas no sólo por los ortopedistas nacionales sino por un número cada vez más creciente de ortopedistas extranjeros que ven en nuestra labor, una valiosa fuente de información y un motivo más de acercamiento y hermandad.

 

Dr. Luis Fernando Henao Arias.

Dr. Marius Nygaard Smith-Petersen (1886-1953)

Dr. José Luis Bado

Las dos contribuciones más recordadas de Smith-Petersen a la cirugía ortopédica en la primera mitad del siglo XX, la artroplastia de remoldeamiento y la fi jación de las fracturas del cuello de fémur tuvieron una infl uencia decisiva sobre el ejercicio médico contemporáneo. Desarrolló además un número importante de abordajes a las cirugías de cadera, columna y otras.

Smith-Petersen nació en 1886 en Grimstad, Noruega y emigró a los Estados Unidos en 1902. Se graduó como médico en la escuela de Medicina de Harvard y sirvió brevemente en la primera unidad médica de Harvard en Francia durante la primera guerra mundial. Después de la guerra regresó a Harvard, practicó en el Hospital General de Massachussets donde fue nombrado Jefe del departamento de Ortopedia en 1929.

Una de sus mayores contribuciones fue el desarrollo de un clavo con tres bordes o pestañas para la fi jación de las fracturas de cuello femoral, que fue la clave del desarrollo y abrió el camino del tratamiento quirúrgico de estas fracturas, pues impedía la rotación de la cabeza femoral. Antes del advenimiento de la fi jación interna de las fracturas del cuello del fémur, se reducían las fracturas y se mantenían en su sitio por medio del uso de espicas de yeso durante 3 meses en cama; este tratamiento funcionaba como demostró Böhler, pero también conllevaba una alta mortalidad.

En 1916, Ernest W. Hey Groves empezó a investigar utilizando clavos con bordes, sin embargo fracasó porque utilizó acero oxidable como material de osteosíntesis que no sobrepasó la prueba del tiempo. En 1931, Smith-Petersen retomó la idea utilizando un material más fuerte para su clavo. La suerte lo favoreció con su clavo inicial de 4 bordes en acero inoxidable de mejor calidad, que en revisiones posteriores terminó en 3 bordes y fue durante muchos años el estándar de oro del cuidado de estos pacientes. Inicialmente empleó la reducción abierta, pero posteriormente los ortopedistas desarrollaron métodos semi-cerrados. Al hacerlo como una técnica cerrada se convirtió en una solución quirúrgica que sacaba a los pacientes rápidamente de la cama, ayudando a la consolidación de las fracturas y salvando a los pacientes ancianos de morir en el postoperatorio.

Otra contribución de Smith-Petersen fue su artroplastia de cadera. Sus investigaciones durante la década de 1930 lo llevaron a desarrollar el concepto de artroplastia de remoldeamiento, que nació de su observación en 1923 de un pedazo de vidrio extraído de la espalda de un paciente y que presentaba un saco sinovial que contenía líquido rodeando el vidrio.

Denominó su concepto artroplastia de remoldeamiento basado en la idea de moldear una nueva cabeza femoral mediante la estimulación del crecimiento cartilaginoso sobre el hueso expuesto, interponiendo algún material inerte entre la cabeza femoral y el acetábulo que guiara el proceso reparativo con una capa de fi brina para eliminar el defecto. Para remoldear la cabeza, desarrolló una prótesis en forma de campana hecha de varios materiales, incluyendo inicialmente el vidrio, que cedía a la presión. Posteriormente utilizó otros materiales como la baquelita y el acero inoxidable sin éxito. En 1937 su dentista le sugirió el Vitalium. Al año siguiente Smith- Petersen colocó su primera artroplastia de remoldeamiento de alto pulimento, resultado del movimiento entre la cabeza femoral y el acetábulo, empleando una aleación no reactiva, que fue durante los siguientes 30 años el método preferido de artroplastia de cadera.

Cuando era residente en 1917, se inquietó por la magnitud de la hemorragia durante la exposición de la cadera que lo condujo a buscar la vía anterior, iliofemoral reflejando el tensor de la fascia lata y los músculos glúteos de la superficie lateral del ilíaco, hasta llegar a la cápsula. Realizó una cantidad elevada de fusiones sacroilíacas para manejo del dolor lumbar, cuyos resultados publicó en 1929.

En 1945 publicó su riesgosa osteotomía para corregir la deformidad en flexión de columna cervical con resultados satisfactorios en 6 casos de espondilitis anquilosante, que inmovilizaba con yeso en el postoperatorio durante 1 año.

También describió una vía de abordaje interna para la muñeca y describió el papel de la abrasión subacromial en la enfermedad del manguito rotador. Smith-Petersen nunca se retiró del ejercicio profesional. Murió en 1953

Traducido y modificado de Lee Beadling Orthopaedics Today Homepage Monographs 2001 Dr. Jochen Gerstner

 

Artículos originales

Reporte de casos

Reseña Histórica

EL PIE ZAMBO – JOSÉ RIVERA (1591-1656)

Las relaciones entre España y Francia se encontraban sumidas en problemas por el control del reino de Nápoles, que comprendía todo el sur del territorio actual de Italia, durante todo el siglo XV, el reino estuvo bajo el dominio de España desde 1504 durante 2 siglos.

A partir de 1590 que Michelangelo Merisi llamado el Caravaggio, en honor al pueblo donde había nacido, desarrolló la técnica del claroscuro o tenebrismo que se basa en la iluminación diagonal desde un punto de fuga, provocando contrastes importantes entre la luz y la sombra.

Caravaggio no tuvo nunca ayudantes o discípulos, pero algunos pintores españoles como Diego Velásquez, Francisco de Zurbaran y José Ribera adoptaron en España, esta técnica aprendida en el reino de Nápoles.

José Ribera, máximo exponente de la escuela tenebrista dentro del barroco español, nació en Játiva en la provincia de Valencia en 1591, a los 18 años se trasladó a Italia y en 1613 se radicó en Roma donde tomó contacto con los trabajos de Caravaaggio y su técnica del claroscuro.

Hasta 1630 sus cuadros reflejan este estilo de pintura que abandonó durante 10 años hasta 1640, durante los cuales se dedicó a pintar con más colores y a luz del día. Se instaló en Nápoles donde trabajó con los virreyes de España hasta su muerte en 1652. Era apodado El Españoleto debido a su corta estatura y a su procedencia.

La gran mayoría de sus obras están enmarcadas en el tema de la iconografía religiosa. A Ribera le gustaba representar asimismo la cultura popular, de aquí una serie de obras como la muchacha de la pandereta, y el alegre bebedor, y esta que mostramos, el patizambo, o el pie zambo.

Esta obra representa más bien, en nuestra opinión, un niño con hemiparesia espástica: se aprecia la deformidad en el miembro superior típica de flexión pronación del antebrazo, con marcada flexión de la muñeca y dedos. En el miembro inferior hay marcada deformidad en inversión del antepié, con varo y equino del retropié, siendo mas marcado el equino del primero. Esta postura se enmarca más en una deformidad espástica que en la producida por un pie equino varo aducto congénito.

 

 

Fe de Erratas

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