2005 Marzo

  1. La Revista Colombiana de Ortopedia y Traumatología, como órgano oficial de la sociedad Colombiana de Cirugía Ortopédica y Trumatología, publicará artículos de la especialidad o relacionados con ella, previa aprobación del comité editorial.
  2. Los trabajos, salvo circunstancias especiales, deben ser inéditos y suministrados del editor y exclusivamente a la revista. Su reproducción total o parcial debe contar con la aprobación dar crédito a la publicación original.
  3. Los trabajos deben ser remitidos a Revista Colombiana de Ortopedia y Traumatología ( Apartado Aéreo 91298 Santa fe de Bogotá) , en original en disquete de 3.5 pulgadas, compatibles, con sistema IBM PS2, preferiblemente en Word Perfec o en MSWord, y una copia en papel de éste, tamaño carta a doble espacio, empleando una sola cara del papel, y guardando un margen izquierdo de 4 cm. Deben venir acompañados de una carta del autor principal en donde se exprese claramente que el trabajo ha sido lído y aprobado por todos los autores, e igualmente informar si se ha sometido parcial o totalmente a estudio por parte de otra revista. El autor debe guardar copia de todo el material enviado.
  4. Cada componente del trabajo debe iniciarse en una nueva página de acuerdo a la siguiente secuencia: página del título, resumen y palabras clave, texto, resumen en inglés (summary), agradecimientos, bibliografía, tablas (cada tabla en página separada con su título y notas) y leyendas para las figuras.
  5. En la primera página se incluye el título corto que refleje el contenido del artículo, el nombre del autor y sus colaboradores con los respectivos títulos académicos y el nombre de la institución a la cual pertenece. Se señalan los nombres y direcciones del autor responsable de la correspondencia relacionada con el trabajo y aquél a quien debe solicitarse las separatas. Se especifican las fuentes de ayuda para la realización del trabajo en forma de subvenciones, equipos y drogas.
  6. El resumen de no más de 150 palabras, debe enunciar los propósitos del estudio o de la investigación, los procedimientos básicos, los hallazgos principales y las conclusiones.
  7. El texto debe incluir introducción, material y métodos, resultados y discusión; las abreviaturas deben explicarse y su uso limitarse. Su extensión no debe ser mayor de 30 páginas a máquina a doble espacio, tamaño carta, y se acepta un máximo de 5 ilustraciones.
  8. La bibliografía se enumera en orden alfabético y se escribe a doble espacio 
    • En caso de revistas: apellidos e iniciales del nombre del autor y sus colaboradores (si son más de 5 puede escribirse, después de los 3 primeros, et al o cols.; título completo del artículo, nombre de la revista abreviado según el estilo del Index Medicus, año de publicación, volumen, páginas inicial y final. Para el uso de la puntuación siga el ejemplo: Jones HR., Siekert RG., Neurologic manifestations of bacterial endocarditis. Ann Int Med, 1969; 71: 21-28
    • En caso de libros: apellidos e iniciales de todos los autores, título del libro, edición, ciudad., casa editorial, año, páginas inicial y final. Para el uso de la puntuación, sígase el ejemplo: Fenilchelo O. Teoría psicoanalítica d ela neurosis, 3a de, Buenos Aires: Editorial Paidós; 1966: 56
    • En caso de capítulos de libros: apellidos e iniciales de los autores del capítulo, título del capítulo, autores o editores del libro, título del libro, edición, ciudad, casa editora, año, páginas inicial y final. Para el uso de la puntuación, sígase el ejemplo: Drayer BP, Poser CM. “Enfermedad de inclusión citomegálica del SNC”. En Toro G., Vergara Y., Saravia J., Poser CM., eds. Infecciones del sistema nervioso central. Santafé de Bogotá: Fondo Educativo Interamericano S.A.; 1978 172-175.
  9. Las tablas y cuadros se denominarán tablas, y deben llevar numeración arábiga de acuerdo al orden de aparición. El título correspondiente debe estar en la parte superior de la hoja y las notas en la parte inferior. Los símbolos para unidades deben aparecer en el encabezamiento de las columnas. Las unidades deben expresarse en el Sistema Internacional S.I. las fotografías, diapositivas, gráficas, dibujos y esquemas se denominan figuras, se enumeran según el orden de aparición y sus leyendas se escriben en hojas separadas. Al final de las leyendas de la microfotografías se debe indicar la colaboración y el aumento utilizado. Todo material como fotografías. Diapositivas, etc., deben ir marcados con su respectivo orden numérico y el nombre del trabajo o el apellido del autor. Las fotografías de las histologías serán sacadas a color, por lo tanto sus originales deben tener una buena reproducción. Si son gráficas o dibujos deben ser elaborados en cartulina blanca o papel vegetal con tinta china e indentificarse con el número de orden en la parte inferior. Si una figura o tabla ha sido previamente publicada se requiere permiso escrito del editor y debe darse crédito a la publicación original. Si se utilizan fotografías de personas, éstas no deben ser identificables; en caso contrario, debe obtenerse el permiso escrito para emplearlas.
  10. El comité editorial podrá seleccionar como editorial aquel trabajo que merezca destacarse por su calidad y su importancia para nuestra especialidad.
  11. Se consideran actualizaciones aquellos trabajos que contienen una completa revisión de los adelantos recientes ocurridos en un campo específico de la ortopedia.
  12. Comunicaciones breves son aquéllas que presentan la opinión o experiencia personal del autor sobre un tema que se considera de interés para la ortopedia. Puede acompañarse de una breve revisión.
  13. Presentación de casos son los trabajos destinados a describir uno o más casos que el autor considere de interés especial. Deben constar de resumen, descripción detallada del caso y discusión.
  14. Las cartas al editor son comentarios cortos sobre algún material previamente publicado por la Revista Colombiana de Ortopedia y traumatología.
  15. La Revista Colombiana de Ortopedia y Traumatología no asume ninguna responsabilidad por las ideas expuestas por los autores.
  16. Para las citas de referencias la abreviatura de la Revista Colombiana de Ortopedia y Traumatología es Rev. Col. Or. Tra.
  17. Los artículos serán sometidos al proceso de revisión editorial, en donde podrán ser modificados, cambiados o corregidos por los editores, para mejorar la redacción, gramática, ortografía y presentación. El autor correspondiente recibirá una prueba (galera) que él debe revisar cuidadosamente, aportando los cambios mínimos indispensables y aclarando las dudas de los editores.
Hospitales universitarios II

Los Hospitales Universitarios siguen muriendo todos los días, después de una ruinosa crisis. Hasta el momento han fallecido y con partida de defunción certificada sin derrumbar sus estructuras, el San Juan de Dios de Bogotá, el “Lorencita Villegas” de Bogotá, el Universitario de Cartagena, el pediátrico de Barranquilla, el Universitario San José de Popayán y el Universitario de Caldas, y siguen en lista otros como los de Bucaramanga y Cúcuta.

Toda la inversión social y el alto costo académico que estos centros requirieron durante décadas no se consignaron al firmar el certificado de defunción de los hospitales que se negaban a morir a pesar de vivir desahuciados, pero sostenidos con la fe inquebrantable de las facultades de medicina y sus docentes, residentes e internos que le daban soporte a su aspecto científico y ético, sin claudicar en su altura científica ni entregarse a las fuerzas del mercado.

Antes de ley 100 con la red hospitalaria funcionando, la cobertura llegaba al 52%. Ahora con varios hospitales universitarios cerrados, por inviabilidad, no alcanza al 54%. 

La ley 100 impactó negativamente el recurso humano en salud generando grandes conflictos no sólo en la educación médica sino en el ejercicio profesional que termina disminuyendo la calidad de la atención de médicos producto de la proliferación de las 54 facultades de salud sin ningún control con la ley 30; la pirámide del recurso humano en salud se ensancha todos los días para la atención del nivel 1, mientras disminuye la formación de los especialistas para los niveles superiores que atienden en los hospitales afiliados a los centros universitarios. Mientras los hospitales universitarios cierran sus puertas, crece en forma descontrolada el número de facultades de medicina. 

Ya se nota el deterioro de la formación en medicina, producto del cierre de los hospitales que eran escenarios de práctica para los estudiantes, que tienen menor capacidad de resolución de problemas que los que salieron hace 10 años, y ese es un fenómeno relacionado con la ley 100, que obliga a los hospitales a reestructurar sus relaciones con las facultades de medicina asegura Ascofame. Por eso los estudiantes tienen cada vez menos oportunidades de práctica y las universidades no pueden garantizarle a todos sus estudiantes la misma formación. El número de hospitales universitarios es insuficiente ante la proliferación desmedida de programas de pregrado; los que aún sobreviven lo hacen en un inocultable estado de atraso tecnológico.

Por el cierre de los escenarios de práctica, se están utilizando centros que no reúnen las características para una formación adecuada con pacientes y docentes de una facultad de medicina.

Como causas de este derrumbe se han invocado: el modelo de desarrollo neoliberal, (¿de qué país habrán copiado la idea de cerrar hospitales en vez de abrir nuevos?) la intermediación de las EPS con su implacable auditoria y su sistemática dilatación de pagos, la corrupción administrativa, la voracidad insaciable de los sindicatos hospitalarios y sobretodo la insolidaridad del pueblo colombiano. Ya los hospitales universitarios que quedan empiezan a evidenciar rezago progresivo en desarrollo científico, académico, tecnológico, laboratorios adecuados, recursos bibliográficos y programas de prevención, promoción, tratamiento y rehabilitación.

La respuesta del ministerio (ahora de protección social) es siempre la misma desde hace 11 años: Si los hospitales no son autosuficientes, si no producen, se tienen que cerrar. Eso dicen y repiten los economistas y salubristas del alto gobierno. Quien no sea fuerte y adaptable desaparecerá del mercado. Y los técnicos en administración y competitividad empezaron a reeducar a directores y a jefes de departamento con esos parámetros. 

Dr. Henry J. Mankin

El Dr. José Luis Bado, médico uruguayo nacido el 8 de julio de 1903 en Montevideo y fallecido el 19 de diciembre de 1977, fue el auténtico fundador de la Ortopedia y Traumatología modernas en el Uruguay. Dejó al morir un lugar difícil de llenar en la ortopedia latinoamericana, ya que su vida fue todo un empeño por enseñar, transmitir, animar y mejorar la ortopedia.

Amigo de frases y párrafos cortos y concisos dejó una inscripción en su estudio donde se lee: “trabaje y medite; el trabajo entrena la mano, la meditación enriquece el espíritu.”

Pensador, filósofo, médico, cirujano y ortopedista, adornado con el regalo incomparable de la síntesis, entregó generosamente su caudaloso conocimiento por medio de una oratoria, excitante, fácil, brillante y persuasiva. Sus alumnos le oían decir con frecuencia:” La observación no es sufi ciente; uno debe pensar; observar sin pensar es tan peligroso como pensar sin observar”

José Luis Bado ingresa a la Facultad de Medicina en febrero de 1922 y se gradúa en seis años, en diciembre de 1928, con medalla de oro con la que obtiene una beca de viaje al Instituto Rizzoli en Bologna, Italia, que había generado fuertes vínculos en el Río de la Plata, especialmente en Buenos Aires. Varias generaciones de jóvenes cirujanos fueron a Italia, cautivados por Alejandro Codivilla (1860- 1912) sucedido por Vittorio Putti 1880-1940)

Luego de 2 años bajo su dirección de Putti en el Instituto Rizzoli, Bado visita diversos servicios en Austria, Alemania, España, Francia e Inglaterra. Pero en palabras de Bado, “ El profesor Putti debe ser considerado como el verdadero maestro creador de la Ortopedia en el Uruguay”.

En todo ese tiempo, y en el que siguió a la consolidación del Instituto, de Ortopedia y Traumatología de Montevideo fueron transformados, tanto en el ámbito público como en la actividad privada, los conceptos que habían presidido la atención de los pacientes con lesiones esqueléticas. Nuevas técnicas e ideas innovadoras, presidieron esa etapa, incorporándose los injertos óseos, los enclavijamientos y nuevos procedimientos de osteosíntesis, el tratamiento racional y rehabilitación de los amputados; el tratamiento de las fracturas de columna vertebral, con que el Maestro hizo aportes fundamentales al Congreso de Chile en 1940, en el tema de traumatismos raquimedulares; la sistematización del diagnóstico y tratamiento de los tumores óseos; al tratamiento de la luxación congénita de cadera, con la detección precoz en el recién nacido para iniciar tempranamente su corrección incruenta, el manejo del dorso curvo secundario a retracción de los músculos isquiotibiales, los injertos óseos masivos , el manejo de la pseudoartrosis y tantas otras técnicas que serían de utilidad mencionar y analizar para los seguidores de esta Escuela de especialistas en Ortopedia y traumatología de Latinoamérica.

Resulta particularmente interesante ver un aspecto de trascendencia social, cual es la participación que le cupo a Bado y su equipo en la asistencia médica de grandes catástrofes naturales registradas en su época, y a través de las cuales se materializó la solidaridad de Uruguay como país.

Era un hombre extremadamente alto, que inspiraba respeto, autoridad y no se parecía en nada a todos los profesores reconocidos hasta ese momento.

Había en él algo de austeridad, de nobleza, de humildad que fascinaba, tenía don de mando, autoridad, humildad, cierta timidez que pretendía ocultar bajo la máscara de severidad. Orador brillante e inspirado, deslumbró auditorios en todos los países por los que anduvo su presencia, representando a los ortopedistas uruguayos en congresos y conferencias. Fundó publicaciones que se continúan hasta hoy. Estimuló el estudio permanente y la investigación de nuevas técnicas.

Cuando se creó la cátedra de ortopedia y traumatología en la escuela de medicina de Montevideo en 1951, el Dr. Bado aplicó para el examen y se convirtió en el primer profesor titular de la especialidad en Uruguay. Su inigualable habilidad como maestro le dio un brillo excepcional a la nueva cátedra con su pensamiento claro y lógico, su formidable poder de síntesis y su capacidad para extraer ideas y transmitirlas a sus alumnos.

El arte de su elocuencia alcanzó alturas poco comunes para los maestros de la medicina uruguaya, circunstancia que mucho lo distingue. Cada pieza oratoria que se ha recogido, a lo largo de su vida, hace derroche de erudición y venero de conceptos ricos y meditados. Insistió sistemáticamente en la formación del profesional que dedicaría su vida a la Ortopedia, y a la particular dedicación a la pedagogía de quienes aspiraban ser profesores y maestros. En una disertación ante la Sociedad de Ortopedia y Traumatología del Uruguay, que él fundara, dedicó una exposición a “La Enseñanza de la Ortopedia y Traumatología”.

“Una de las preocupaciones más importantes del maestro es ayudar o enseñar al estudiante a pensar. ¿Qué se puede hacer para ayudar a los estudiantes a fomentar su capacidad de pensar, razonar y juzgar?”

Sección de Clásicos

Sección I Cadera y Rodilla

Sección II Ortopedia Infantil

Sección III Trauma

Sección IV: Nota Técnica

Sección V Reporte de Casos

Sección VI Ventana Oncológica

  • Título:
    Peces

    Técnica:
    Pastel graso

    Dimensiones:
    1mt. x 0.70 mt.

    Autor:
    Dr. Antonio Solano Urrutia

     

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